Estos datos revelaron que el país con más asesinadas es Brasil con 1.133, pero con una tasa de 1,1 por cada 100.000 habitantes. Teniendo en cuenta esta variable, que permite comparar realidades entre los países, la tasa de femicidios marca que El Salvador ocupó el primer lugar en 2017 al haber registrado 13,49 asesinadas cada 100.000 mujeres.
"Más de un millón de mujeres en El Salvador son población económicamente inactiva. O sea que no tienen ingresos ni acceso a un empleo, y entonces eso las pone en una situación de subordinación y dependencia que realmente las hace vulnerables a cualquier tipo de violencia", dijo a Sputnik la licenciada salvadoreña en Ciencias Jurídicas y máster en Relaciones de Género, América Romualdo.
La también coordinadora del colectivo Las Dignas dijo que si bien esta realidad contribuye o facilita la violencia de género, no es privativa de ningún sector social en particular. Citó como ejemplo el movimiento MeToo, que involucra a conocidas mujeres que reconocieron ser víctimas.
"Esa campaña hizo caer un gran mito de que solo le pasa a las mujeres que son pobres, ignorantes y que no tienen recursos. La violencia hacia las mujeres es un fenómeno donde no importa la clase social… y en las clases altas a veces es más complicado porque son hombres más poderosos".
"Todavía falta mucho", enfatiza Romualdo al señalar que uno de los problemas es la naturalización de la violencia que permea a las instituciones, que pierden credibilidad y no generan confianza.
"Hace poco, en un municipio del país una mujer se apersona a un juzgado a pedir una orden de protección. Pero como no llevaba el documento de identidad no se la dieron. Cuando llegó a su casa el marido se dio cuenta que había ido al juzgado y la mató", relató la coordinadora de Las Dignas.
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"Es bastante preocupante porque vemos mucha violencia contra las mujeres, pero lo que tenemos de denuncias es menos de 10%", afirmó la experta y agregó: "la tasa de violencia es altísima. 13,49% por cada 100.000 mujeres. Eso en 2017 representó la muerte de 468 mujeres. Esto coloca a El Salvador como uno de los países más inseguros para las mujeres.
En este sentido advirtió que el femicidio es solo una forma de violencia, la más extrema, pero también la consecuencia de otras tantas previas: "también la violencia que se manifiesta como sexual es gravísima porque en algunos momentos, aún cuando bajen los indicadores de muerte violenta, siempre la violencia sexual está al alza".
Por eso remarcó que "nadie está exenta de caer en una situación violenta porque hay aspectos emocionales que te han enseñado, como que ‘no le pongas tanto cuidado a las cosas', que ‘eso es amor'… Estamos promoviendo cambiar esas ideas de amor romántico que encierran situaciones violentas". Por eso, y aunque parezca muy básico, la entrevistada insistió en señalar que "el amor no es violencia" y "quien te quiere, no te pega".