Así, el 18 de noviembre, la compañía se acercó más a su meta al volar por primera vez uno de sus Boeing 747-400 con un cohete anclado bajo su ala. Esto supone un avance del proyecto después de que dicho cohete fuera anclado por primera vez a un avión en octubre.
A diferencia de Virgin Galactic, que se dedicará al turismo espacial en la baja órbita de la Tierra, la llamada 'plataforma de lanzamiento voladora' se ocupará de lanzar pequeños cargamentos para sus clientes privados y gubernamentales.
Se prevé que Virgin Orbit comience sus operaciones en 2019, cuando lanzará cargamentos de hasta 500 kilógramos desde una altitud de unos 10.000 metros. De tal modo, la compañía espera poder ofrecer una alternativa mucho más económica y rápida para lanzar satélites.
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A diferencia de proyectos como SpaceX, Rocket Lab, Iridium One y Blue Origin la compañía de Richard Branson empleará las tecnologías de lanzamientos aéreos en lugar de los terrestres.
Según informaron los representantes de Virgin Orbit, en el transcurso de las pruebas que se llevaron a cabo durante un vuelo de 80 minutos todos los sistemas funcionaron de manera correcta.
No obstante, el trabajo aún no está finalizado y la compañía planea realizar pruebas adicionales, entre las cuales estará el lanzar dicho cohete sin encender sus motores.
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