El documento advierte de que tanto Rusia como China están aumentando cada vez más su influencia en Austria y en la región y que, por tanto, es urgente dedicar esfuerzos para contrarrestarla. Parte de esa influencia que Rusia mantiene sobre Austria la achaca a la necesidad de Viena de comprar gas al gigante euroasiático.
El informe menciona también el carácter 'prorruso' del Partido de la Libertad de Austria, al frente de la cartera de Interior y tercera fuerza en el Parlamento.
"El hecho de que el Partido de la Libertad de Austria, de derecha y populista, esté al frente del Ministerio del Interior, nos brinda oportunidades y retos [en la lucha contra el terrorismo]. Interior reconoce que nuestra habilidad a la hora de ayudar a Austria en la lucha antiterrorista (…) es de calidad y tiene su impacto. Al mismo tiempo, su postura prorrusa nos da que pensar sobre el tipo de información delicada que compartimos con Austria", explica el informe.
Menciona los casos de la India, de China y de Alemania, además del de Austria. Añade también que todo lo que implique malas relaciones entre Viena y Moscú es bueno para los intereses de Washington.
En este sentido, señala Pushkov que la nueva estrategia que Washington se plantea seguir con Austria durante los próximos cuatro años está relacionada con la trama de espías rusos que salpicó a la prensa, en la que un coronel austriaco de 70 años fue acusado de pasar información a los servicios secretos rusos durante más de dos décadas. El senador ruso lo justifica recordando que servicios de inteligencia de Estados Unidos también operan en países aliados.
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Sobre la misma trama Pushkov asegura que las buenas relaciones entre Viena y Moscú no se echarán a perder. "Austria es un país neutral", recuerda, que "valora su relación con Moscú y presta gran atención a la seguridad europea".
En lo que respecta al gas ruso que consume Austria, el informe señala que "sigue siendo un reto importante que Rusia controle el mercado gasístico en Austria y en la región". Advierte que ese control ha aumentado durante los últimos años y que por esa razón Estados Unidos se esforzará a largo plazo en promocionar fuentes alternativas de gas que puedan sustituir al ruso, haciendo referencia al gas natural licuado estadounidense, dos o tres veces más caro que el ruso.
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Las exportaciones de gas ruso a Austria han batido récords durante los últimos años. A principio de 2018 el suministro de gas al país alpino aumentó un 33% en comparación con 2017. A eso se le suma que en noviembre el gigante energético ruso, Gazprom, acordase con Austria aumentar todavía más esas importaciones. Por si fuera poco, Viena apoya sin reservas la construcción del gasoducto Nord Stream 2.