El representante declaró que el 16 de noviembre comenzaron las exportaciones de petróleo de Kirkuk a través del oleoducto del Kurdistán iraquí al puerto turco de Ceyhan.
"El incremento de estas exportaciones se realizará en varias etapas: de entre 50.000 y 100.000 b/d actuales a 400.000 b/d", dijo.
Añadió que el acuerdo alcanzado entre Erbil y Bagdad beneficiaría tanto a Irak como a la propia región autónoma.
"Este oleoducto es del Kurdistán y son sus compañías las que reciben los ingresos por su explotación, lo mismo se aplica a la extracción de petróleo de Kirkuk, donde también operarán compañías del Kurdistán, según el acuerdo", afirmó.
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Declaró también que el Gobierno iraquí promete volver a asignar al Kurdistán el 17% del presupuesto federal, actualmente es menos del 10%.
"El Gobierno kurdo insiste en conservar los derechos de Rosneft, que en 2017 firmó un contrato sobre la producción de petróleo en Kirkuk, según este acuerdo, la empresa rusa obtuvo el derecho parcial para extraer, exportar [el petróleo] y gestionar los oleoductos y los gasoductos de Kirkuk a Turquía", dijo el representante del partido que más escaños tiene en el Parlamento del Kurdistán iraquí.
Señaló que el Kurdistán iraquí tiene la intención de respetar el acuerdo, y en los próximos años, Rusia debería comenzar a exportar el gas de Kurdistán a Turquía.
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En febrero de 2017, la petrolera rusa Rosneft y el Gobierno del Kurdistán iraquí concertaron un acuerdo de cooperación en el sector de hidrocarburos y firmaron un contrato de compra-venta de petróleo en el período de 2017 a 2019; en octubre de 2017 anunciaron el comienzo de la implementación del proyecto de explotación de un oleoducto.
Bagdad creó luego un comité especial para el desarrollo de la producción de petróleo en la provincia kurda, así como un grupo de expertos para analizar la situación junto con la petrolera británica BP.
El 25 de septiembre de 2017, el Kurdistán iraquí celebró un referéndum en el que un 93%, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
Bagdad calificó de ilegal la consulta popular y aprobó una serie de sanciones contra la autonomía kurda.
