"Existen restricciones vinculadas con la actividad de los servicios secretos de ciertos países que impiden o al menos limitan las actividades y los desplazamientos de los empresarios", dijo Kulik a los periodistas.
Según el político ruso, en los últimos cinco años, los inversores extranjeros se adaptaron a las restricciones causadas por las sanciones impuestas a Crimea.
"Todos saben qué hay que hacer para minimizar el impacto de estas sanciones", anotó Kulik.
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Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Moscú señaló en repetidas ocasiones que el referendo en Crimea se hizo respetando el derecho internacional y la Carta de la ONU.
Asimismo, Rusia ha señalado que no es parte del conflicto ucraniano y espera que este termine lo más pronto posible.