El 16 de noviembre, la empresa estadounidense Ocean Infinity informó de una señal a 800 metros de profundidad. Tras una investigación, se logró identificar al ARA San Juan.
"Existen capacidades técnicas para elevar el submarino, pero la operación sería extremadamente difícil", comentó Vladímir Mamáikin, director general de la Asociación internacional de organizaciones públicas de veteranos de la flota naval y submarinistas.
Sin embargo, el militar opinó que Argentina debería evaluar la situación y decidir si realmente es necesario recuperar el ARA San Juan, o dejarlo hundido y establecer allí una fosa común.
"Lo tienen que decidir en Argentina. Quizá sea mejor no reflotarlo. Pero es posible también que lo vean de otra manera, que quieran saber las causas", opinó.
Según el capitán de navío, la causa más común de accidentes submarinos son los incendios, pero cada caso es individual.
El San Juan informó de su última posición cuando navegaba desde Ushuaia (sur) a su atracadero habitual en la Base Naval de Mar del Plata (centro).
La Armada indicó que el submarino se contactó con tierra por última vez a las 7:19 hora local (10:19 GMT) del 15 de noviembre de 2017, aunque después se dio a conocer que el último mensaje se había producido a las 8:52 hora local (11:52 GMT), cuando el buque informó que había ingresado agua de mar por el sistema de ventilación, lo que había provocado un principio de incendio.
Dos horas después, a las 10:51 hora local (13.51 GMT) se registró una explosión a 48,28 kilómetros de la última posición del buque, en coincidencia con el trayecto que cursaba hacia Mar del Plata.