"No es verdad que la agresión esté suspendida, en general aumentó aún más la escalada de tensiones en Al Hudayda", dijo Shami en una entrevista con Sputnik.
En su opinión, los llamamientos a una tregua y las informaciones sobre la suspensión de la operación militar en Al Hudayda son nada más que un intento de bajar la presión política y humanitaria sobre la coalición.
Además, al comentar si los hutíes recibieron una invitación a participar en las negociaciones de paz en Suecia, Shami indicó que "actualmente no se llevan a cabo negociaciones para encontrar una solución de paz justa e integral".
Subrayó también que el Gobierno hutí saludaría "cualquier invitación a las consultas de paz de la ONU y de otros actores siempre y cuando tengan una visión clara y una agenda determinada".
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Previamente una fuente en las fuerzas de seguridad comunicó al canal Al Arabiya que el Ejército yemení, apoyado por la coalición árabe, suspendió temporalmente la lucha por Al Hudayda para evacuar a los heridos y trabajadores humanitarios.
A pesar de estos llamamientos, la semana pasada, con el apoyo de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí, el Ejército yemení lanzó una nueva operación en esta ciudad.
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La coalición árabe y las tropas gubernamentales yemeníes anunciaron en julio pasado el comienzo de una ofensiva contra Al Hudayda, desde entonces, siguen los intensos combates por la ciudad y el puerto, a través del cual, según el Gobierno yemení, los hutíes reciben armas de Irán.
El violento conflicto que vive Yemen desde 2014 se recrudeció a principios de diciembre pasado, cuando los rebeldes hutíes acusaron de traición a sus aliados en la lucha contra el Gobierno, apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudí, y mataron al expresidente Alí Abdalá Saleh, quien había instado a luchar contra los insurgentes.