El 'gran K' es un cilindro compuesto por platino e iridio que está guardado en el Bureau Internacional de Pesas y Medidas en la ciudad francesa de Sevres. Este objeto material sirve como referencia del kilogramo a nivel internacional, una función que se comenzó a repensar, debido a lo rudimentario que termina siendo que todos los patrones de masas de los países deban calibrarse comparándolos con esta pesa que se encuentra en Francia.
Esta redefinición del kilogramo como unidad de medida se terminará de aprobar este 16 de noviembre durante la Conferencia General de Pesas y Medidas, la mayor revisión del Sistema Internacional de Unidades desde que se instauró en 1960.
"Si bien en más de cien años se observó que si había una variación era del orden de los cincuenta microgramos en un kilo, realmente algo muy pequeño, si varía, varía", explicó a Sputnik Alejandra Tonina, jefa de Metrología Cuántica del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina.
La Conferencia no sólo revisará el kilo como unidad de medida, también se ajustarán otras como el kelvin, referencia de temperatura, el ampere, de electricidad, y el mol, que mide la cantidad de sustancia. En estos casos la revisión no implicará un objeto material, sino que se analizarán otros aspectos de su definición.
En cuanto a los efectos que estos cambios tendrán para las personas, si bien son unidades de medida que se utilizan cotidianamente, en realidad serán imperceptibles.
"Me han preguntado: 'si te vas a pesar, ¿pesás más o menos?' Pero no hay ningún cambio de este tipo (…), justamente porque los valores fueron buscados para que no haya cambios, y lo que era un kilo siga siendo un kilo", explicó Tonina.
Sin embargo, estas modificaciones que mejoran la precisión sí impactarán a nivel científico, principalmente en áreas de innovación tecnológica como la nanotecnología. Luego que la Conferencia General de Pesas y Medidas apruebe las reformulaciones, estas comenzarán a implementarse en mayo de 2019.