En entrevista con Radio Sputnik, la primera concedida a un medio desde que asumió el cargo, el diplomático indicó que vino "con todas las ganas" de "profundizar" y "ampliar" las relaciones entre Bolivia y Rusia, país al que agradeció por "la formación profesional" recibida entre los años 1984 y 1990, y cuyo idioma domina a la perfección.
"Yo creo que Bolivia y Rusia tienen el desafío de que la excelente relación que existe entre nuestros presidentes, la coincidencia en la visión de un mundo multipolar, la coincidencia de que el orden internacional sea respetado, la no injerencia unilateral de países en otros países soberanos, es decir, todo el conjunto de coincidencias que hay en el ámbito político, sean traducidas en relaciones económicas mutuamente beneficiosas para ambos países", manifestó el embajador.
Subrayó, asimismo, que esto no quiere decir que la cooperación bilateral no vaya más allá del diálogo político. En este contexto, mencionó "dos elementos concretos".
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Asimismo, Hugo Villarroel Senzano destacó la cooperación con el gigante gasístico ruso Gazprom. Comunicó que se está "discutiendo un contrato" para que la empresa rusa y la petrolera boliviana YPFB trabajen conjuntamente en el yacimiento hidrocarburífero de Vitiaqua, algo que significaría "inversiones que superen los 1.000 millones de dólares".
"Pero, además de esas dos cosas concretas, tenemos un conjunto de temas que creo que le dan perspectiva a nuestra relación en el sentido de darle un contenido económico a la excelente relación política que existe", sostuvo el diplomático.
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Señaló que "hay empresas" rusas ansiosas de trabajar en Bolivia en temas como fertilizantes, hidroenergía y hasta la construcción del tren bioceánico, "megaproyecto" que "va a unir el Atlántico con el Pacífico y va a permitir que se pueda obviar el paso por el Canal de Panamá, abaratando el transporte de un conjunto de productos de Sudamérica hacia Asia y hacia Europa también".
"Entonces, creo que hay muchos otros temas que hay que trabajar y el presidente Putin, a quien le agradezco mucho, creo que tiene una percepción clara de esas oportunidades", afirmó.
Según se desprende de las palabras de Hugo Villarroel Senzano, el dinamismo que se observa últimamente en las relaciones entre Rusia y América Latina es una buena ilustración del dicho de que "no hay mal que por bien no venga".
"Yo creo que a veces las malas cosas o los malos momentos abren otras oportunidades a buenos momentos, y yo creo que ese es justamente el momento que estamos viviendo entre Rusia y Latinoamérica, porque las sanciones impuestas por EEUU y la UE hacia Rusia creo que han obligado a Rusia a mirar a otras partes del mundo, entre ellas a Latinoamérica", subrayó el embajador, al agregar que Moscú goza de "cada vez más simpatía de grandes sectores de la población y de empresarios de Latinoamérica".
