Con pancartas "Yasuní ni un pozo más", "no más explotación petrolera, no más genocidio pueblo Sapara y Tagaeri y Taromenane", "no más contaminación de la naturaleza" y con las consignas "la selva no se vende; la selva se defiende"; "señor ministro, te estamos esperando", "vida sí, petróleo no", se sentaron en el hall de las oficinas de la Dirección de Hidrocarburos.

Además de rechazar la licitación anunciada para los bloques petroleros 86 y 87 que, según los dirigentes indígenas, viola los territorios de las nacionalidades Kichwa, Shiwiar y Sapara, en la amazonia ecuatoriana.
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Afuera de la puerta de ingreso, un grupo de cinco mujeres activistas tocaban tambores y gritaban "mujeres contra el petróleo, mujeres contra el capital, mujeres contra este Gobierno extractivista y patriarcal".
Entre los pedidos concretos al Gobierno de Lenín Moreno está el de parar las concesiones petroleras y mineras en territorios indígenas, que se recupere el dinero de la corrupción, que se retiren los salarios que tienen exfuncionarios acusados de ese delito para que se utilicen en programas de desarrollo.
Adicionalmente, piden que se realice una consulta popular para frenar la explotación petrolera del campo Ishpingo, del bloque ITT, ubicado en el corazón del Parque Nacional Yasuní, en la amazonia de Ecuador y donde hay evidencias de la existencia de dos grupos de indígenas no contactados por la civilización: los Tagaeri y Taromenane.