"No aspiro a ser un dictador, pretendo representar a una república democrática y tengo una ambición legítima, quiero ser uno de los mejores presidentes de México. Para eso se requieren cambios, transformación, no más de lo mismo. (…) empezamos a cambiar cosas, esto produce nerviosismos, inquieta, pero no hay nada que temer, el cambio va a ser profundo pero pacífico", dijo López Obrador en un video publicado en la red social Twitter.
Empezamos la semana bien y de buenas https://t.co/eMnp1pQlnO pic.twitter.com/1VIAhLTk65
— Andres Manuel Lopez Obrador (@AmIoPresidente) 5 ноября 2018 г.
El presidente electo dijo que las reformas que pretende llevar a cabo, que ya han comenzado debido a su mayoría en el Congreso, se debatirán con los partidos no oficialistas porque "tiene que haber un dialogo (…) Yo voy a ejercer siempre ese derecho para que nadie se sienta ofendido, además voy a hacerlo siempre en forma respetuosa".
Además, aseveró que la residencia presidencial Los Pinos va a ser utilizada como "un espacio para la cultura del pueblo" y no existirá la figura de la primera dama.
"No van a haber fueros ni privilegios, me van a poder juzgar a mí como se lo hace a cualquier ciudadano y no va a haber un estado mayor presidencial, no voy a andar rodeado de guardaespaldas", agregó.
López Obrador ganó la elección presidencial con 30 millones de sufragios, o 53% de votos, y su partido Morena (izquierda), que él fundó en 2014, fue el más votado con 25,12 millones de sufragios.
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Entre las promesas electorales que realizó López Obrador se destacan aumentar los programas sociales para apoyar a los grupos vulnerables, desterrar la corrupción, impulsar una reforma energética para construir nuevas refinerías e impulsar la extracción de gas.