"Esto es una maravilla, se han alineado las lunas (…), se benefician las empresas, los trabajadores, los consumidores, y el Estado, con menor importación", dijo a la radio estatal Medrano, director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la oficina de fiscalización del sector petrolero.

Aseguró que esas ventas, que suponen el ingreso de Bolivia a la era de los biocombustibles y se realizan por ahora sólo en 19 gasolineras, aumentarán progresivamente porque hasta fin de año la nueva gasolina estará disponible en 400 surtidores de cuatro departamentos.
La Súper Etanol 92 cuesta 4,50 bolivianos (0,65 dólares) el litro, frente a la gasolina corriente de 85 octanos cuyo precio es de 3,74 bolivianos (0,54 dólares) el litro.
"Pese a la diferencia de precio, la nueva gasolina representa un ahorro para el consumidor, porque sube notoriamente el rendimiento de los motorizados, además de que es menos dañina para los mismos motores y para el medio ambiente", dijo Medrano.
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El plan, en el cual los agroempresarios azucareros invertirán unos 1.600 millones de dólares en cinco años, prevé un aumento progresivo de la producción interna de etanol, hasta 350 millones de litros/año.
Al lanzar la Súper Etanol 92, el presidente Evo Morales anunció la semana pasada que el programa de biocombustibles crecerá a corto plazo con un programa de biogasolina de 97 octanos y otro de biodiésel, mucho más ambicioso en inversiones e impacto económico.