"En nuestra región la pobreza todavía tiene cara de niño. Si desagregamos los datos por grupos de edad la incidencia de la pobreza y la pobreza extrema es mucho más alta en el grupo de 0 a 14 años respecto a cualquier otro grupo de edad. En esta población la pobreza asciende al 46,7% y la pobreza extrema al 17%", comentó en diálogo con Sputnik.
Los porcentajes no son más alentadores en el caso de los habitantes de zonas rurales en las que la pobreza llega a un apabullante 48,6% de la población y la pobreza extrema a 22,7%. Mientras, en las regiones urbanas tiene una incidencia de aproximadamente la mitad que en el campo: 22,5% y 7,2% respectivamente. Por composición étnica los pueblos indígenas son los más expuestos seguidos por los afrodescendientes.
¿Cómo enfrentar la situación? Más allá de las crisis de crecimiento particulares y las coyunturas de los diferentes países, para el experto el mayor desafío es construir estados de bienestar que hagan frente ciclos malos y defiendan de ellos a la población.
"Si hay desempleo un seguro de desempleo, si hay una enfermedad un seguro de salud. Pero desafortunadamente como la mitad de nuestros trabajadores están en el mercado informal hay muchísima desprotección".
El otro gran desafío en su opinión es la desigualdad, no solo en distintos ejes como la edad, la raza, la etnia, sino en distintas áreas del desarrollo social como el acceso a la educación o a la salud.
"Desafortunadamente no tenemos en todos los países un sistema educativo universal y de calidad. Todavía muchos niños, los más ricos van a escuelas privadas de mayor calidad y lo niños más pobres frecuentemente a colegios públicos de menor calidad. Lo mismo sucede con la salud".