El columnista Sebastien Roblin constata que los M1 Abrams de producción estadounidense no permitieron que el Ejército iraquí mantuviera la ciudad de Mosul bajo su control. Más que eso, en varias ocasiones los terroristas capturaron los vehículos militares y los utilizaron contra los propios iraquíes.
Los M60 Patton y Sabra estadounidenses, así como los Leopard 2 alemanes, que fueron utilizados por los turcos, también quedaron destruidos en cuestión de días.
A este respecto, se planteó la cuestión de garantizar una mejor seguridad de los blindados. Cabe destacar que no se trata solamente de las capacidades defensivas de los propios tanques —puesto que ningún vehículo blindado es capaz de superar un golpe contra la parte lateral, trasera o superior—.
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Por lo tanto, lo más importante resulta ser la capacitación de los tripulantes y la habilidad del despliegue táctico. Por su parte, los terroristas aprendieron a tender emboscadas para atacar los tanques imprudentemente desplegados.
"La única excepción en esa cadena de la pérdida de reputación son los tanques rusos T-90", señala Roblin, quien se refiere en su artículo al vídeo distribuido en febrero de 2016 por la oposición armada siria en el que se ve cómo un tanque ruso T-90 resiste un misil antitanque estadounidense TOW en Alepo.
Según el autor, la coraza Kontakt-5 del tanque neutralizó la ojiva del misil antes de que esta impactara, minimizando el daño.
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