A veces, el equipaje se pierde entre un vuelo y otro, pero rara vez una persona se extravía y termina en otro sitio como si se tratara de una valija. Pero el trabajador del aeropuerto de Kansas City cerró los ojos en una ciudad y los abrió en otra, acompañado de otros bultos y maletas, según informaron medios locales.
Afortunadamente, la bodega del Boeing 737 de American Airlines en la que viajó se encontraba calefaccionada y presurizada, por lo que no hubo que lamentar ninguna consecuencia trágica por congelamiento o falta de oxígeno.
Según explica el diario USA Today, se han reportado casos similares, y no es raro que los empleados dedicados al cargamento del equipaje intenten dormir siestas, debido al desgaste físico y a los largos turnos de trabajo.
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A pesar de que el caso llame la atención, el periódico subraya que suena más grave de lo que realmente es, pues en general las aerolíneas presurizan y calefaccionan sus bodegas.