Aunque los objetos parecen ser artificiales, como si fueran elaborados de piel o de plástico, en realidad son de origen natural.
Resultó que las supuestas bolsas son restos de huevos de rayas marinas costeras.
"Estas bolsas de piel sirven como saco de huevos y generalmente se adhieren a una planta u otro objeto fijo en el agua. La mayoría de las veces, estas bolsas de huevos llegan arrastradas a la orilla después de la eclosión de la raya", precisaron los representantes del parque en su página de Facebook.
El material de las 'bolsas' es, en efecto, colágeno.
Normalmente los sacos aparecen en la costa ya vacíos, es decir, sin los embriones. No obstante, si todavía se hallan en el agua, se recomienda que los bañistas no las toquen, puesto que puede haber crías dentro.
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Unos internautas comentaron el reciente post en la página de Cabo Hatteras y afirmaron que solían llamarlos 'bolsas de plástico', 'monederos de sirenas' o 'carteras del diablo'.