El TNS-0 №2, creado por la empresa Russian Space Systems, difiere del enfoque tradicional usado en los satélites rusos y representa la filosofía de un aparato espacial finalizado.
Además, hasta su lanzamiento fue inusual: fue puesto en órbita manualmente por los cosmonautas rusos durante una caminata espacial.
Estaba previsto que la vida útil del aparato experimental sería de 3 a 5 meses, pero sigue funcionando hasta la fecha y ni siquiera planea retirarse. Según estiman en la empresa, podrá funcionar durante dos años más, lo que permitirá obtener datos valiosos sobre el rendimiento de sus equipos en las condiciones adversas del espacio.
Según desprende del comunicado de la empresa-creadora, el TNS-0 №2 permitió ensayar varios equipos y tecnologías prometedoras.
¿Qué logró el satélite en su primer año de trabajo?
Habitualmente, los nanosatélites dependen de los sistemas extranjeros para esto, como la estadounidense NORAD.
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Segundo, el aparato ensayó el sistema de comunicación satelital Globalstar.
Tercero, el nanosatélite ruso confirmó la eficacia y alto rendimiento de los paneles solares experimentales que alimentan el aparato.
Así, la misión inicial del TNS-0 №2 ya alcanzó sus objetivos de probar los equipos de a bordo, y pasó a la segunda y algo inesperada fase de determinar los plazos máximos de funcionamiento de un satélite de esta clase en el espacio. Al final de la vida útil, se estudiará el proceso de la reentrada del satélite en la atmósfera.
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