Las empresas que trabajan en el mercado de aplicaciones para celulares ofrecen una nueva opción para los creadores de este tipo de software. A partir de ahora, podrán detectar si un usuario borra cualquier aplicación de su dispositivo, así que los creadores pueden tratar de hacerlo cambiar de opinión.
"La mayoría de empresas tecnológicas no dan a los usuarios la opción para configurar en detalle los parámetros de privacidad, si es que dan alguna opción", comentó a Bloobmerg Jeremy Gillula, encargado de política tecnológica en Electronic Frontier Foundation.
Algunas empresas aseguran que la supervisión de las aplicaciones borradas sirve solo para analizar cómo reaccionan los usuarios en actualizaciones y otros cambios y no para imponer publicidad perturbadora.
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En efecto, Jude McColgan, director ejecutivo de Boston's Localytics, declaró que nunca había visto utilizar la tecnología con fines de elegir a las potenciales 'víctimas' de la publicidad. Mientras tanto, el representante de la empresa MoEngage —una de las pocas que aceptó prestar su comentario al respecto— señaló que son los propios desarrolladores de cada aplicación los que deciden cómo hay que utilizar la posibilidad del monitoreo.
"El diálogo va entre nuestros clientes y sus usuarios finales. Si los desarrolladores abusan de la confianza de los usuarios, esto no les vendrá nada bien", afirmó.
Es entonces cuando los desarrolladores pueden utilizar la información sobre el usuario para empezar a mandarle la publicidad de la aplicación recién borrada.
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En teoría, el monitoreo de aplicaciones eliminadas está destinado para arreglar los desperfectos y mejorar el producto. "Pero la posibilidad de usarlo no de acuerdo con su objetivo original ilustra el problema con el que se enfrenta el internet moderno", concluyó Gillula.
"Como un desarrollador de aplicaciones, querría saber cuántas personas han borrado mi aplicación. Pero no diría que los diseñadores deban tener derecho de saber quién exactamente instala o desinstala el programa", agregó.