"Vamos a ofrecer empleo a migrantes centroamericanos, van a tener una visa de trabajo, no atenderemos el asunto solo con deportaciones o medidas de fuerza", dijo el futuro mandatario en un discurso en el estado de Tamaulipas, fronterizo con EEUU y con costas al Golfo de México, uno de los más afectados por la violencia de traficantes de personas y armas.
La medida buscará disminuir la migración ilegal de unas 500.000 personas que se ven obligadas cada año a "abandonar sus lugares de origen por necesidad, a quienes hay que darles oportunidades" y no recurrir a la deportación, dijo el mandatario electo.
López Obrador buscará también concretar un acuerdo de cooperación para el desarrollo con el Gobierno de EEUU, dijo a periodistas al final de su visita a ese estado, donde operan los carteles narcotraficantes de los Zetas y del Golfo, que también secuestran migrantes.
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El mandatario electo se comprometió a "ofrecer empleo a migrantes centroamericanos, ese es un plan de trabajo que tenemos, que el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo".
Las autoridades mexicanas anunciaron que respetarán los derechos humanos, la libre movilidad y el derecho a solicitar condición de refugiados de los integrantes de la caravana, dijo el miércoles la cancillería, pese a una amenaza de EEUU de cortar su ayuda a países que permitan la llegada de los migrantes a su frontera sur.