"Hemos invitado al papa Franciso a ir a China. Le esperamos. Solo el Señor sabe cuándo irá, pero rezamos por ello. Rezamos el rosario para que venga pronto", ha explicado el obispo Guo Jincai al periódico italiano.
La invitación es un síntoma más del proceso de normalización entre Pekín y el Vaticano, ha explicado a Sputnik Tatiana Zonova, profesora en la cátedra de diplomacia de la universidad de relaciones internacionales MGIMO de Moscú.
Mons. Giuseppe Guo Jincai, Vescovo y Mons. Giovanni Battista Yang Xiaoting, dos #obispos de #China que por primera vez en la historia participan en un #Sínodo de obispos. @synod2018 #synod2018 pic.twitter.com/AcHVUkAseg
— Zenit Español (@zenitespanol) 3 октября 2018 г.
"Hay que tomarse la iniciativa muy seriamente, porque el Vaticano hace mucho que intenta asentarse en China continental y entablar una relación diplomática con el país", ha dicho a Sputnik. Zonova no excluye que el Gobierno chino esté detrás de la invitación, porque esta a duras penas se hubiese podido materializar sin su apoyo. Máxime cuando al Gobierno chino también le interesa asentar esa relación con la Santa Sede.
A su vez, el Vaticano también reconoce la importancia de tener relaciones con China, "a quien considera un gran país", explica Zonova.
Para Su Hao, profesor de la Academia Diplomática de China, la invitación al papa Francisco es una iniciativa pastoral, pero bien puede ser apoyada por las autoridades chinas.
"El papa de Roma nunca visitó China, pero en el país hay desde luego muchos católicos y parroquias, y en los círculos religiosos el catolicismo goza de buena reputación. Así que creo que tanto los creyentes como la sociedad china en general verán con buenos ojos la visita del papa al país", opina.
La propia presencia de dos obispos chinos en el Vaticano durante el sínodo de octubre dice mucho, explica a Sputnik Boris Malíshev, especialista en el Centro de Estudios Religiosos de la Universidad Rusa de Humanidades. Cree que la invitación no ha llegado por casualidad y que, "sin lugar a dudas", fue acordada con el Ejecutivo chino.
¿Y Taiwán?
El vicepresidente de Taiwán, Chen Jianren, también ha invitado al papa Francisco a visitar la isla durante una audiencia con Su Santidad. Después del histórico acuerdo de septiembre entre Pekín y el Vaticano, Taiwán empezó a temer que el Vaticano "se negase a entablar relaciones con ellos y se decantase por la China continental", explica Malíshev. Si bien en principio el Vaticano ha dejado claro que el acuerdo de septiembre es exclusivamente de carácter religioso, "las consecuencias diplomáticas pueden ser mayúsculas", subraya el experto.
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