De acuerdo con él, en estos momentos es importante prestar atención médica a las víctimas del acto terrorista y llevar a cabo todas las actividades operativas para determinar qué tipo de explosivo se usó y quién es el responsable.
Es un evento extremadamente resonante, que además ocurrió en la península de Crimea, lo cual también le da matices agudos en el marco de las relaciones entre Rusia y Ucrania, agregó.
"Eso apunta a que la guerra terrorista no proclamada contra Rusia continúa y cambia en sus manifestaciones. Va adquiriendo los matices más desagradables, cínicos y crueles", explicó.
Por esta razón, la respuesta a los individuos que idearon y ejecutaron este acto terrorista contra los ciudadanos rusos tiene que ser racional, proporcionada e implacable.
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Con ello, Línder señala que esta clase de ataques es prácticamente imposible de prevenir. Explica que no hay forma de emplazar a guardias armados en cada escuela, universidad o guardería para crear un régimen similar al que solemos ver en aeropuertos internacionales.
"Incluso teniendo a guardias armados en todos los lugares, como se hace en Israel, no hay garantías de que nadie logre traer un dispositivo explosivo", agregó en sus cometarios para Sputnik.
Es un asunto muy delicado y hay que cambiar el sistema, pero el factor humano sigue jugando un papel importante, indicó Línder. Según él, ningún país del mundo tiene la capacidad de proteger este tipo de áreas públicas, a menos que se trate de instalaciones en los territorios de las embajadas.
La explosión que se produjo en el comedor del centro fue calificada de acto terrorista por el Comité Antiterrorista Nacional de Rusia. Podría haber sido un artefacto explosivo cargado de metralla el que hubiese detonado. Se ha abierto una investigación y se está tomando declaración a los testigos presenciales. Además, se analizan las imágenes de las cámaras de seguridad.
Primero el Comité de Investigación catalogó el ataque de 'atentado', pero luego lo recalificó como 'asesinato de dos o más personas con un método peligroso para el público'.
De acuerdo con ese organismo, el autor del ataque es Vladislav Rosliakov, de 18 años, quien abrió el fuego con un rifle contra las personas en el centro de formación, y luego fue hallado con una herida de bala.
Se supone que el agresor se suicidó, la investigación tampoco descarta que el atacante tuviera cómplices.