"El borrador de plan presupuestario es responsable y realista. Además, se ajusta a los compromisos que ha adquirido España con los socios europeos", dijo en rueda de prensa Nadia Calviño, ministra de Economía.
Madrid aprobó el envío a Bruselas del borrador presupuestario sobre el que trabaja el Gobierno, un proyecto con un marcado cariz social que fue elaborado en base a un pacto entre socialdemócratas y la coalición de izquierdas Unidos Podemos.
Del mismo modo, el plan contempla un aumento de la dotación de las ayudas a la dependencia, mejoras para las becas universitarias o permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles por ley.
En el plano recaudatorio, el proyecto contempla como medidas destacadas una subida de impuestos sobre las rentas superiores a 130.000 euros y subidas del impuesto de patrimonio a las fortunas de más de 10 millones de euros.
"Estamos ante un acuerdo de Presupuestos valiente. Que cambia el paso al país, que cumple con los ciudadanos y con Europa, que revierte los recortes y mejora la calidad democrática", dijo la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá.
La portavoz gubernamental recordó que, en lo referente a la macroeconomía, "los telediarios llevan años diciendo que la crisis ya había pasado".
Por su parte, la ministra de Economía calificó las medidas incluidas en el borrador como "un punto de inflexión" que manda el mensaje de que "se puede hacer una política económica responsable que conjugue la lucha contra la desigualdad y la eficiencia fiscal".
Calviño incidió en que estos presupuestos se encargan de paliar la proliferación de "trabajadores pobres", ya que en España "un 14% de los asalariados están en riesgo de pobreza".
Además, defendió que la subida del salario mínimo, además de ofrecer un alivio a estas personas, servirá para aumentar el poder recaudatorio y sanear la seguridad social.
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El cuadro presupuestario enviado por Madrid a Bruselas incluye una rebaja de una décima en las previsiones de crecimiento para los dos próximos años, en los que se espera que el PIB crezca un 2,6% y un 2,3%, una rebaja que el Gobierno achaca a una disminución coyuntural del comercio exterior.
"El Gobierno prevé que el déficit público cierre en 2018 en el 2,7% del PIB, por debajo de la referencia del 3% del plazo correctivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento", dijo la ministra.
En opinión del Gobierno, las cuentas proyectadas son perfectamente asumibles por Bruselas y el único escollo para su aprobación se encuentra en las posibilidades de pacto con los partidos independentistas catalanes, que piden a Madrid instar a la Fiscalía a retirar las acusaciones contra los políticos procesados a cambio del apoyo parlamentario a los presupuestos.