El diplomático centroamericano se refería a las instancias de diálogo entre el Gobierno y los movimientos opositores establecidos luego de las primeras revueltas ocurridas a partir del 18 de abril, motivadas por la reforma a la seguridad social que pensaba introducir el Gobierno.
Finalmente, el Ejecutivo de Daniel Ortega retiró el proyecto, pese a lo cual las protestas siguieron y cada vez con mayor intensidad.
"Fuimos viendo que mientras nosotros estábamos centrados en la mesa diálogo y reclamando permanentemente que los ´tranques´ (cortes) sean levantados y el diálogo se diera en clima de paz, lo que encontramos de parte de esta gente fue que no tenían incidencia sobre quienes los controlaban".
Gómez contó que a través de las redes sociales atizaron el fuego instando a los jóvenes a que sigan manifestando, y ocupando las iglesias como refugio.
Para el embajador, el verdadero instigador de las protestas sería Estados Unidos, y la razón, la misma de siempre: controlar una zona geográficamente estratégica para la potencia del norte, que podría serlo más aún si llegase a concretarse la construcción de un nuevo canal para unir el Océano Atlántico y el Pacífico, el Canal de Nicaragua.
De hecho, varias de las intervenciones, injerencias y golpes de Estado promovidos por Estados Unidos en Nicaragua tienen esta razón como telón de fondo.
Desde que Daniel Ortega regresó al Gobierno en 2007 — siendo reelecto desde entonces- se reabrió la posibilidad de construir este canal que competiría con el de Panamá y abriría un sinnúmero de oportunidades para el comercio mundial, dándole a Nicaragua soberanía económica.
"Es obvio entonces que esta movida tiene que ver con ese factor geopolítico y geoestratégico. Estamos viviendo la guerra comercial entre EEUU y China, ahora imaginate lo que sería una canal en su patrio trasero con financiación de terceros países".
En este sentido, explicó que la intención de Estados Unidos siempre fue construirlo por iniciativa propia, algo que por diversas razones no ha podido concretar.
El diplomático recordó un capítulo clave de la historia de su país vinculada a esta situación.
"En 1910, cuando era presidente, José Santos Zelaya se abrió a querer desarrollar una iniciativa a través del canal con los japoneses, pero vino (NdR: de EEUU) la llamada Nota Knox que lo obligó a salir de la presidencia porque en aquel entonces la doctrina Monroe de América para los Americanos ya estaba en vigencia".