"Al parecer, Hamás no ha recibido el mensaje", dijo Netanyahu al iniciar la reunión semanal con su gabinete. "Si no detienen los ataques contra nosotros, se pararán de otra manera y será doloroso, muy doloroso", afirmó Netanyahu.
El primer ministro israelí recalcó que "estamos muy cerca de iniciar un tipo de actividad diferente, una actividad que incluirá golpes muy potentes".
Más temprano, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, señaló en una entrevista exclusiva con el digital Ynet que los violentos disturbios con el uso de globos incendiarios lo largo de la frontera con Gaza no dejan a Israel otra opción sino asestar un duro golpe a Hamás.
Para Lieberman, Hamás usa la violencia en la frontera como un arma estratégica, con la que espera erosionar la contención y presionar sobre Israel.
A juicio del ministro, el ejército está preparado como nunca desde 1967 para dar un golpe a Hamás, aunque siempre hay aspectos que mejorar en una fuerza de 700.000 efectivos.
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