Su nombre preliminar es Li y sus creadores aseguran que el vehículo eléctrico podrá ahorrar a sus dueños hasta 4.000 dólares anuales en comparación con los autos convencionales con un motor de combustión interna.
"Se puede cargar con cualquier enchufe en la casa del dueño como si fuera un celular", agregó el empresario a Sputnik.
De momento, el automóvil está pasando pruebas en entornos cerrados sin salir a las carreteras de uso común mientras está a la espera de que las autoridades competentes emitan las correspondientes licencias para su uso urbano.
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El auto mide 2,67 metros de largo y 1,59 metros de alto. Puede transportar a dos pasajeros. Funciona con baterías de litio que garantizan una gran autonomía en comparación con sus competidores de China y EEUU. Así, la vida de los acumuladores de Li es de diez años, mientras que la de sus competidores solo llega a los tres.

Aparte de la facilidad de carga que tendrá Li, también estará dotado de un interfaz avanzado que entre otras cosas permitirá arrancarlo simplemente al introducir el login y la contraseña del dueño. Se prevé que su precio rondará los 17 o 18.000 dólares.
"En lugar de llaves convencionales, Li arrancará con una tarjeta. (…) el auto nos proveerá de los datos sobre las necesidades del usuario, de cómo conduce y cuáles son sus hábitos", comentó.
De este modo la compañía podrá determinar el momento ideal para llevar a cabo el servicio de mantenimiento de Li, según lo explicó el empresario. Asimismo, mencionó que el auto dispone de un sistema de apoyo en línea conectado al fabricante.
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