Nada más lejos de la realidad, opina el director adjunto del Instituto de los países de Asia y África de Rusia, Andréi Karnéyev. La situación en torno a Hongwei se enmarca perfectamente dentro de la ley china.
Hongwei, de 64 años, también fue viceministro de Seguridad Pública de China al tiempo que era presidente de la Organización Internacional de Policía Criminal. Lo había sido desde abril de 2004 y presentó su renuncia a ambos puestos el mismo 7 de octubre. Según la Comisión Nacional de Supervisión —el organismo anticorrupción de China—, a Hongwei se le acusa de corrupción y sus responsabilidades al frente de la Interpol no tienen nada que ver.
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Karnéyev ha explicado que Pekín por ahora no ha publicado los detalles de la investigación y que "no es de extrañar porque acaba de comenzar". Normalmente China da a conocer algunos datos de los casos como este al remitirlos a los órganos competentes que investigan el caso o al propio Tribunal de Justicia.
Casi inmediatamente después de que Xi Jinping ocupase los cargos más altos en el Partido Comunista y en el Estado, mostró su determinación de acabar con los 'tigres', como se llama en China a los corruptos más poderosos. "Xi subraya constantemente que, independientemente del cargo, todos somos iguales ante la ley", explica Karnéyev.