"Es una base de datos electrónica llamada Grafit y desarrollada por Rusia para guardar información sobre el estado del armamento y del material bélico", dijo a Sputnik.
"Para ajustar esa base de datos a las necesidades de Venezuela recorrimos todo el país, registramos todo su armamento y automatizamos los servicios de mantenimiento, tareas que nos llevaron dos meses", relató.
Como resultado –destacó Kalashián–, el ministro de Defensa venezolano pudo conocer el estado real del parque de armamento en su país y obtuvo la lista con el análisis de los problemas técnicos detectados.
A su vez, la directora de Productos de IT (Tecnologías de Información) de la empresa, Tatiana Mosendz, comentó que se trata de una solución que permite al comprador abaratar la explotación del armamento de fabricación rusa o soviética y hacer que él mismo pueda repararlo.
"Buscamos que el comprador se encargue él mismo del servicio de mantenimiento y reparación sin la necesidad de recurrir a costosos especialistas, y si no, siempre podrá llamar a una brigada especial de servicios", aseguró la dirigente.