"Los grupos terroristas que operan en el continente africano son particularmente peligrosos, muchos de ellos se comprometen a luchar por el islam radical, la política miope de los países occidentales convirtió a Libia en un bastión del terrorismo", declaró al margen del Foro Internacional 'Diálogo de las Civilizaciones'.
Agregó que "la situación se complica por el regreso a los países de África de mercenarios que combatieron en Irak, Siria, Afganistán".
La dualidad de poderes y el colapso del sistema de seguridad en Libia después del derrocamiento de Muamar Gadafi, llevaron a un crecimiento de la actividad de grupos insurgentes armados y de organizaciones terroristas.
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Debido a la falta de un poder centralizado y de un Ejército unido, Libia se ha convertido en un centro de contrabando y en un punto de trasbordo de la migración irregular de África a Europa.
