El reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications, destaca que uno de los elementos cruciales de la vida en la Tierra, el fósforo, se formó en el espacio exterior.
Una vez alcanzado el planeta, el fósforo se incorporó en las moléculas que ahora forman parte de las células orgánicas de organismos terrestres.
El fósforo es uno de los elementos menos abundantes del espacio que desempeña un papel clave para la formación del ADN de seres vivos y para distintas actividades celulares.
Esta transformación está vinculada con emisiones de gas fosfano que es tóxico para los organismos terrestres, pero se halla en las nubes de polvo espacial y además, en la atmósfera de Júpiter y Saturno.
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