Esta falta de necesidad de intermediarios ha desplazado a trabajadores y ha cambiado muchos ámbitos de la producción y los servicios. Las bolsas de valor de varios puntos del globo están transformándose. La bolsa canadiense de Toronto, o la de Corea del Sur son ejemplos de ellos. En América Latina la de Santiago de Chile es la primera en incorporar esta tecnología que tiene capacidades muy deseadas para un sistema caracterizado por la centralización.
En diálogo con Sputnik Andrés Araya, gerente de Informática de la Bolsa de Comercio de Santiago de Chile explicó que la investigación en torno a la tecnología comenzó tres años atrás y su primer atractivo fue su capacidad de descentralizar procesos en un mercado de valores donde todo tenía que ver con centralizar.
"Existe el Banco Central, el Depósito Central de Valores, la Cámara de Compensación Central. Por lo tanto cuando una tecnología te dice voy a descentralizar todo esto, al menos hay que entenderla y entrar. Nadie se quiere transformar en un taxi de techo amarillo cuando entra Uber", ejemplificó.
El primer producto que lanzaron sobre esta plataforma fueron los préstamos de valores, utilizados para "las ventas cortas"."Es cuando uno cree que un activo va a bajar de precio y pide prestado un valor a alguien. Detrás de eso hay garantías, hay contratos y ese flujo de trabajo está muy friccionado hoy día", explicó el especialista.
Con el cambio tecnológico lograron crear una red ‘peer to peer' a través de la que el cliente va directamente con quien prestará, sin intermediarios. Además, crea contratos y los pasos posteriores del proceso, por lo que operaciones que antes demoraban cuatro días ahora tardan cuatro horas, explicó.