En primer lugar están los problemas vegetativos, algo típico de la depresión, considera Andréi Shmilóvich, catedrático de psiquiatría y psicología médica en la Universidad Nacional de Investigaciones Médicas de Rusia.
"Si una persona se despierta a las cinco de la mañana, su corazón está latiendo rápidamente, tiene la boca seca (…), y además de todo siente angustia, puede que ya tenga depresión sin saberlo", destacó.
Finalmente, "la anhedonia es el tercer síntoma que marca el camino hacia la depresión clínica. La anhedonia "es la incapacidad para sentir placer", aseveró Shmilóvich. El catedrático en medicina recalcó que la gente deprimida "pierde la necesidad subliminal de sentir alegría por lo que sucede a su alrededor, y deja de buscarla".
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A su vez, su colega, la vicedirectora del Centro Científico-Práctico para la Salud Psíquica de Niños y Adolescentes, Anna Básova, citó un ejemplo de la vida cotidiana para dar una explicación más clara de cómo puede revelarse este síntoma de la depresión.
"Si antes un adolescente era buen estudiante, hablaba siempre con los amigos y de repente usted percibe que perdió el interés y se pasa todo el día sentado frente a la computadora o con el móvil en las manos, es una síntoma claro de que puede padecer depresión", explicó.
"El caos y la falta de entendimiento que reinan en este ámbito, así como subestimar la gravedad del problema, que se excusa con el pensamiento 'se curará por sí mismo', son los principales obstáculos en el diagnóstico de la depresión", destacó Alexéi Kovalkov, doctor en ciencias médicas de la Academia de Ciencias Naturales de Rusia.
Otro factor que aumenta el porcentaje de casos no documentados radica en la estigmatización. La sociedad evalúa cualquier problema psicológico o psiquiátrico como un estigma vergonzoso. Como resultado, la gente elude ir al psiquiatra a tiempo y, en los casos extremos, pueden acabar deprimidos durante años enteros o incluso suicidándose.