Además de los recursos del Fondo de Desastres Naturales y seguros aplicables, "para la primera etapa de la reconstrucción se destinará 10.000 millones de pesos (unos 520 millones de dólares)" que serán distribuidos 70% a viviendas y el resto a instalaciones educativas, de salud y patrimonio cultural, dijo en un discurso López Obrador.
Además, el mandatario electo afirmó que se trata de una inversión para reconstruir la infraestructura de los pueblos y que son fondos públicos que equivalen a la cuarta parte de los daños estimados por el Gobierno saliente de Enrique Peña Nieto, 2.000 millones de dólares.
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El próximo "gobierno democrático" dará atención prioritaria a las comunidades, "con un criterio de urgencia y sensibilidad social", a fin de atender necesidades básicas que permanecen a un año de los sismos, dijo el futuro presidente, líder de la izquierda nacionalista.
En el Gobierno federal, que dará inicio en diciembre próximo, "hay disposición para que también apoyen los gobiernos municipales y van a participar los gobernadores" de manera coordinada, explicó.
También contará con la participación de la sociedad civil, organizaciones religiosas, como la diócesis católica del obispo Arturo Lona y líderes empresariales, entre quienes mencionó a Alfredo Harp Helú, banquero de Citigroup-Banamex, a quien presentó como "un empresario con dimensión social que siempre ha ayudado a la gente humilde".
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López Obrador destacó que lo más importante de todo, es "el acompañamiento del pueblo, como decía el presidente Benito Juárez (siglo XIX) con el pueblo todo; sin el pueblo, nada", exclamó.
El proyecto de reconstrucción también cubrirá otras áreas relacionadas con los daños generados por los sismos, que enumeró: atención a la salud, establecimiento de servicios, apoyo a la reactivación económica, generación de empleos, y reparación de caminos, entre otros.
En lo relativo a la reconstrucción y restauración del patrimonio cultural, serán atendidos no sólo los monumentos históricos, como templos, capillas y otros edificios catalogados, "sino también la arquitectura popular y de sitios que dan identidad y son parte del patrimonio de las comunidades", puntualizó.
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El año pasado dos terremotos sacudieron el país el 7 y 19 de septiembre, cuando murieron 470 personas, de ellas 228 fallecieron en la capital, con destrucción de edificios cuya reconstrucción costará unos 2.000 millones de dólares, y desde esa fecha el sistema de alerta y reconstrucción ha estado bajo escrutinio público, por los casos de negligencia y violación de reglamentos de construcción por corrupción.
