"Rusia como potencia grande y fuerte que tiene una gran influencia en nuestra región, si lo desea, puede cambiar enormemente la situación de seguridad en Afganistán, pero esto debería ocurrir sin la participación de EEUU y la OTAN", dijo Naseri en una entrevista con Sputnik.
Explicó que Washington y sus aliados de la Alianza Atlántica están persiguiendo sus propios objetivos en Afganistán, mientras que el país no se ha beneficiado de ninguna forma de su presencia.
Asimismo, agregó que EEUU no ha cumplido sus promesas y no respeta el tratado sobre seguridad firmado con Afganistán.
"No cumplen nuestras leyes, no les interesa que todos los días se derrame sangre de nuestro pueblo", señaló el interlocutor.
El parlamentario afgano espera que se establezcan lazos estrechos entre el nuevo Gobierno del país y Rusia.
"Espero que el próximo Gobierno de Afganistán pueda establecer lazos muy fuertes con Rusia y trabaje para detener el derramamiento de sangre", aseveró.
Por su parte, el enviado especial del presidente ruso para Afganistán y director del Segundo Departamento de Asia del Ministerio de Exteriores, Zamir Kabúlov, declaró que se reunirá el 20 de septiembre en Moscú con una delegación de Kabul.
Comentó también que los representantes del movimiento radical Talibán (prohibido en Rusia) siguen dispuestos a participar en la reunión de ese formato.
La embajada afgana en Rusia informó a Sputnik que la delegación de Kabul contará con participación de Mohammad Akram Khpalwak, jefe del secretariado del Consejo Superior de Paz, órgano establecido para negociar con los talibanes.
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El viceministro de Exteriores de Afganistán Nasir Ahmad Andisha encabezará la delegación.
El 18 de septiembre el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, declaró que Rusia cuenta con participación de EEUU en las consultas y la invitación sigue en pie.
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Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanza Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico prohibido en Rusia) pese a la fuerte presencia militar de EEUU y otros países de su órbita.
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EEUU y sus aliados invadieron Afganistán en 2001, después de los ataques terroristas ocurridos el 11 de septiembre de ese año en Nueva York y Washington.
La misión en Afganistán concluyó en 2014, pero el 1 de enero de 2015, la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) anunció su nueva operación en el país, bautizada Apoyo Decidido, para entrenar y asistir a las fuerzas de seguridad afganas.
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