"Es inaceptable para Libia albergar centros de detención", dijo Siala en una rueda de prensa celebrada en Madrid junto a su homólogo español, Josep Borrell.
Siala se pronunció por el diálogo con los países de donde proceden los inmigrantes que se encuentran actualmente en Libia para que "esa gente pueda regresar".
"Esos países tienen la obligación de recibir a sus ciudadanos", recalcó.
Borrell, por su parte, señaló que su par libio le comunicó que en su país hay 750.000 inmigrantes, otros 35.000 se encuentran en los centros de acogida.
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El jefe de la diplomacia española recordó que la UE asignó 200 millones de euros para paliar la crisis migratoria, no obstante, apuntó, todavía hay mucho por hacer y se requiere que Libia controle los flujos migratorios sin violar los derechos de los viajeros.
"Hay que hacer mucho más para que Libia pueda ayudar a controlar los flujos migratorios sin detrimento de los Derechos Humanos de los migrantes", dijo Borrell.
En ese sentido, el canciller español lamentó que hasta la fecha "no se haya podido completar la transición" y llamó a la comunidad internacional a acompañar el proceso para "garantizar una Libia segura, unida y próspera".
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El ministro invitó a los inversores españoles a volver a Libia, aunque puntualizó que el Gobierno no volverá a instalar su embajada en Trípoli —actualmente está desplazada a Túne— hasta que no se den "condiciones de seguridad al cien por cien".
Europa es escenario de la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial, causada por conflictos armados y problemas económicos en Oriente Medio y África del Norte.
De acuerdo a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el año pasado 171.000 personas llegaron a Europa por el Mediterráneo, y 3.116 murieron en el intento.