"Los trabajadores, obreros, el sector público, tienen que entender (que) una subvención exagerada sería una sangría porque es con plata del Tesoro. Tenemos la obligación de regular para cuidar nuestra economía", dijo el mandatario durante el acto de entrega de un proyecto eléctrico en el departamento central de Cochabamba, transmitido por la televisión estatal.
El presidente se refirió además a las alzas tarifarias de los dos últimos años en Argentina, para afirmar que los servicios básicos en Bolivia son baratos, aunque sin dar señas de cuánto ni cuándo podrían subir.
Refiriéndose a "cómo sufren" los ciudadanos argentinos, Morales dijo que el "modelo neoliberal" que impuso en Argentina el Gobierno que preside Mauricio Macri, aplicó aumentos de hasta 1.490% en las tarifas de luz, 1.297% en el gas y 664 ciento en el agua.
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Morales remarcó que, en comparación, una familia de ingresos medios o bajos paga en Bolivia sólo nueve bolivianos (1,30 dólares) al mes por el uso de gas natural en cocina y agua caliente.
En el sector de los carburantes, la subvención de precios costó al Gobierno boliviano casi 1.000 millones de dólares en 2017.
La reducción de esa subvención es uno de los objetivos de un programa de introducción de gasolina potenciada con etanol obtenido de la caña de azúcar, en vez de los actuales aditivos fósiles importados.
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Morales tiene previsto promulgar la próxima semana la ley del etanol.