Previamente, el mandatario ruso, al intervenir en el Foro Económico Oriental, afirmó que las autoridades rusas ya identificaron a los sospechosos del caso Skripal al expresar la esperanza de que estos aparezcan en público para hablar con los medios y aclarar la situación.
"No, el presidente no tiene contacto con ellos", dijo Peskov a los periodistas al contestar a la pregunta correspondiente.
Agregó que "Londres todavía no ha enviado ninguna solicitud por tanto no se tomaron medidas contra estas personas, solo se verificó la información".
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongaría por varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento y catalogó el arma como sustancia de acción neuroparalizante supuestamente desarrollada por químicos rusos.
Más tarde, la policía británica concluyó que los dos individuos ingresados con síntomas de intoxicación en Amesbury a finales de junio —Charlie Rowley y Dawn Sturgess (quien no logró recuperarse y falleció)— fueron envenenados con la misma sustancia que los Skripal.
Además: Occidente usa el caso Skripal para imponer una nueva ola de sanciones contra Moscú
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y envió cerca de 60 notas diplomáticas al Foreign Office reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación, así como a los Skripal que son ciudadanos de Rusia.
La primera ministra británica, Theresa May, afirmó que los dos sospechosos son oficiales del servicio de inteligencia militar GRU (por la sigla en ruso de la Dirección General Inteligencia) y probablemente usaron identidades falsas.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró con anterioridad que ninguna de esas informaciones ha sido probada y que las listas de supuestos 'agentes rusos' sirven a Londres y Washington para justificar 'la caza de brujas'.
Te puede interesar: "La campaña de Skripal retrata a Rusia como un Estado canalla"