"Esta medida permite que relevantes instituciones, como universidades y museos, por ejemplo, reciban recursos de origen privado, nacionales e internacionales, además de los recursos que ya reciben a través del presupuesto público", informó el Gobierno en un comunicado.

Los Fondos Patrimoniales deberán recaudar, gestionar y destinar las donaciones de personas físicas y jurídicas a programas, proyectos y demás finalidades de interés público, en ámbitos como la ciencia, la cultura, la salud, el medio ambiente, la asistencia social o el deporte, dice el comunicado.
Según el Gobierno, será obligatorio preservar "perpetuamente" el valor donado, de forma que éste genere rendimientos como forma de garantizar la sostenibilidad financiera de la organización a la cual beneficie a largo plazo.
Otra de las medidas publicadas este lunes por el Gobierno es la creación de la Agencia Brasileña de Museos (Abram), que funcionará como un servicio autónomo y sustituirá al actual Instituto Brasileño de Museos (Ibram).
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La Abram contará con recursos públicos, pero también con donaciones, legados, y otros fondos, lo que según el Gobierno representará un incremento aproximado de 200 millones de reales (48,9 millones de dólares) respecto al actual presupuesto del Ibram, casi el triple.
El Museo Nacional de Río de Janeiro era gestionado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), que en los últimos años apenas recibía el 60 por ciento del total de la partida necesaria para realizar el mantenimiento mínimo.
Su destrucción abrió el debate en Brasil sobre la financiación de las instituciones culturales, en la mayoría de casos muy dependientes de recursos públicos.