No es el primer toque de queda que declaran las autoridades de Basora, escenario de violentos disturbios que sacuden la provincia sureña desde julio pasado.
Sin embargo pese a las amenazas de ser arrestados, miles de ciudadanos salen cada noche a la calles y continúan las protestas.
Los manifestantes protestan en contra de desempleo y la falta de servicios básicos, los manifestantes exigen poner fin a los cortes de suministro de electricidad y de agua.
Las protestas se extendieron también a otras provincias del país.
Al menos dos personas murieron y otras 45 resultaron heridas durante la última jornada de manifestaciones.
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El Parlamento de Irak convocó para este sábado una reunión extraordinaria por las violentas protestas en la ciudad.


