Roraima es el único estado brasileño que no está conectado al sistema nacional de energía del país. Más de dos tercios de la energía utilizada en la región son suministrados por Corpoelec, empresa gubernamental venezolana encargada del sector eléctrico.
Pese a que desea pagar la deuda con el país vecino, Brasil tendría que pasar por encima de las sanciones económicas impuestas por EEUU a Venezuela. Y esa circunstancia se produce porque los bancos responsables de las operaciones financieras necesarias para el pago estarían directamente bajo el efecto de las sanciones norteamericanas.
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En una entrevista con Sputnik Brasil, Ricardo Gennari, profesor universitario y economista brasileño, explicó el problema y las posibles soluciones para la situación.
Gennari detalló que el problema no se debe a que Brasil no quiera pagar a Venezuela, sino a que las sanciones impuestas por EEUU al país bolivariano impiden que Brasil lleve a cabo la transacción. Eletronorte no puede enviar el dinero al país vecino.
"Brasil está cumpliendo su deber, está pagando. Ahora Estados Unidos va y congela las cuentas, lo que es un problema jurídico y político. Está tratando de minar a Venezuela", explicó el profesor universitario.
Se intentó transferir la suma a través de Nueva York y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), no apuntaba impedimentos. Sin embargo, el banco en el que Corpoelec tiene cuenta, ubicado en un tercer país, se negó a recibir la orden de pago, supuestamente por temor a ser sancionado por la Fed al hacer el repaso a Venezuela, informó Valor Economico.
"Es un problema estratégico del país", afirmó el experto brasileño, al explicar que la dependencia del estado brasileño de la energía producida en Venezuela se debe a que es "mucho más barato" comprarla a su vecino.
Una posible solución al problema sería la deducción del valor de una deuda de 274 millones de reales —66 millones de dólares- en garantías del Tesoro Nacional a empresas brasileñas que exportan a Venezuela. Gennari consideró además que Venezuela podría pedir a la ONU ejercer de intermediaria en la situación entre el país y EEUU, para resolver así el problema.