"Esto se hará ofreciendo a Trump un trato que no pueda rechazar: renunciar o enfrentar la perspectiva de que su imperio empresarial sea destruido y que él y miembros de su familia enfrenten prisión", explica el autor.
Además, al abandonar la Casa Blanca, Trump perderá la protección que le confiere su cargo y se enfrentará a la perspectiva alarmante de un tribunal.
Trump ha sido acusado de varias actividades criminales. Entre otras cosas está lo de la Universidad Trump (compañía educativa estadounidense con programas en bienes raíces con fines de lucro que dejó de existir tras múltiples demandas judiciales); sus diversas empresas de casino que se declararon en quiebra; sus tratos con contratistas y la decisión de contratar trabajadores extranjeros y, finalmente, de sus conexiones con figuras de la mafia en lo que se refiere a la construcción en Nueva York. Y eso es solo una parte de la lista, con otras posibles áreas de interés que involucra evasión de impuestos.
Como indican los informes de la Casa Blanca, Trump ha descubierto que ser presidente no es todo lo que esperaba. Además, ya tiene más de setenta años y es un padre muy afectuoso, según el autor del artículo. Ahora, el mandatario tiene que elegir entre una jubilación tranquila o conflictos políticos por doquier e incluso la perspectiva de cárcel para él o algunos de sus hijos.