Previamente, el ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, afirmó en su cuenta de Twitter que la OPAQ supuestamente confirmó en su nuevo informe las conclusiones británicas de que en Amesbury se empleó la toxina denominada 'Novichok' y responsabilizó sin pruebas a Rusia de ese incidente.
"Vimos la confirmación por parte de la OPAQ del uso de una sustancia química con fines militares, 'Novichok', contra dos personas en Amesbury, a consecuencia de lo cual murió una persona; las conclusiones del Consejo Europeo de marzo fueron extremadamente claras, apoyamos a Gran Bretaña en su aspiración de alcanzar la justicia en este caso y continuamos dispuestos a ofrecer nuestro apoyo", afirmó.
El interlocutor de la agencia confirmó la posición de la UE que "el uso de armas químicas, incluyendo el uso de sustancias tóxicas químicas en calidad de armas, es absolutamente inadmisible en cualquier circunstancia y representa una amenaza a la seguridad de todos".
El 30 de junio, en la localidad británica de Amesbury fueron halladas dos personas en estado crítico con signos de envenenamiento con la misma toxina que afectó el 4 de marzo al exagente Serguéi Skripal y su hija Yulia de 33 años en Salisbury.
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Los dos casos se registraron a pocos kilómetros del laboratorio militar de Porton Down, el más secreto del Reino Unido, en el que se desarrollaron armas químicas durante la Guerra Fría.
Este laboratorio creó el agente nervioso VX con el que fue asesinado Kim Jong-nam, el hermano del líder norcoreano Kim Jong-un, en un aeropuerto de Malasia en febrero de 2017.
La planta de Porton Down estuvo implicada entre 1939 y 1989 en experimentos secretos de armas químicas en humanos.
El Gobierno de la primera ministra Theresa May insiste en responsabilizar de ambos casos a Moscú que rechaza cualquier implicación.
Además las autoridades del país monárquico se niegan a realizar una investigación conjunta con Rusia.