“Está previsto un acuerdo con la Fuerza Aérea Brasileña para ampliar el control del espacio aéreo con Paraguay y Bolivia”, dice el comunicado del Ministerio de Seguridad Pública.
Según el Gobierno, alrededor del 40% de productos que circulan por Brasil son fruto del contrabando, lo que provoca una importante evasión de recursos para el Estado, daño en la economía nacional y desempleo.
El ministro asumió que Brasil tiene dificultades en controlar sus fronteras debido al tamaño continental del país: 17.000 kilómetros de fronteras de las cuales 9.000 kilómetros están formadas por ríos.
“Tenemos frontera con 10 países, de los cuales cuatro de ellos son productores de drogas y tres son fuentes de contrabando y piratería”, añadió el ministro, sin citar nombres.
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Brasil asumió recientemente la secretaría ejecutiva de la Comunidad de Policías de las Américas (Ameripol), y lidera un movimiento para que se convierta en una policía como la Interpol y la Europol.
Según el ministro de Seguridad Pública, a día de hoy Ameripol no tiene identidad jurídica internacional y no puede realizar una persecución o emitir un mandato de detención.
“Necesitamos un órgano para debatir la convergencia de la legislación entre los países de América del Sur; tenemos divergencias en términos de tipificación, de establecimiento de sanciones, y, sobre todo, un déficit de integración y de inteligencia”, ponderó el ministro.
Jungmann ilustró la necesidad de mejorar la coordinación entre países con el ejemplo de las facciones del narcotráfico brasileñas, que pasaron de actuar en este país a tener influencia en varios vecinos, y por eso no pueden ser enfrentadas de manera únicamente nacional.