Gillet vivió toda su infancia en Madagascar, pero a los 30 años tuvo que abandonar sus raíces africanas para regresar a Francia y buscar trabajo. En la casa que compró en Coueron, el hombre decidió recrear la atmósfera del continente africano mediante la incorporación de animales a ella, principalmente serpientes.
"Me di cuenta de que los franceses sabían muy poco sobre los reptiles. Y por esa razón, tenían miedo de ellos. Usan el pretexto de que no les gustan estos animales porque son diferentes. ¡Es absurdo!", afirmó Gillet en una entrevista con Idile Magazine.
La pasión de Gillet por los reptiles y anfibios le motivó a fundar en 1996 la asociación Inf'Faune para generar conciencia acerca de las especies que suelen ser muy temidas por las mayoría de las personas. Actualmente, la fundación cuenta con veinte voluntarios.
Gillet, al igual que sus voluntarios, posee una autorización del Estado para manejar, criar o vender estos animales. Además de realizar exhibiciones informativas sobre los animales, la organización también recolecta animales confiscados por las autoridades de las manos de dueños ilegales.