"Independientemente del impacto que tenga el entendimiento bilateral México-EEUU, está pendiente la negociación estadounidense con Canadá, si se logra daría mucho más soporte un acuerdo entre tres países", dijo el economista de Fitch Ratings, una de las tres principales calificadoras de riesgo financiero, junto con Moody's y Standard & Poor's.
El tiempo se agota debido al plazo de este 31 de agosto, establecido por la Casa Blanca para poder enviar el documento al Congreso saliente, 90 días antes de su aprobación legislativa, como exige la Autorización para Negociar Acuerdos Internacionales.
Tras el entendimiento anunciado por los presidentes Donald Trump de EEUU y Enrique Peña Nieto de México, el lunes en una llamada telefónica, "pareciera que existe apoyo político legislativo en esos dos países, en particular, sabemos que en México el presidente electo (Andrés Manuel López Obrador) ha estado apoyando que se logre un acuerdo y no esperaríamos mayores contratiempos", aseguró el analista financiero a esta agencia.
Sin embargo, ante el riesgo de perder el control del Capitolio en los comicios legislativos de noviembre próximo, Trump trasladó la presión al Gobierno del primer ministro canadiense Justin Trudeau.
"Dependerá de si, finalmente, hay un buen acuerdo para Canadá", dijo Trump el miércoles.
El canciller mexicano Luis Videgaray dejó abierta esa puerta al anunciar en Washington que "habrá un Tratado de Libre Comercio con EEUU, independientemente de si Canadá continúa o no".
El líder canadiense replicó que ningún Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) "es mejor que un mal acuerdo", obligando a los negociadores Chrystia Freeland de Canadá y Robert Lighthizer de EEUU a trabajar contrarreloj para resolver las diferencias, con resultado aún impredecible.
El nuevo Congreso electo de México, que debe ratificar el nuevo acuerdo comercial, comenzará a trabajar el 1 de septiembre.
Entendimiento bilateral "positivo"
El analista considera que los detalles conocidos del acuerdo bilateral entre México y EEUU son "un evento positivo" para el país latinoamericano, que "genera mayor certidumbre en el sector de las exportaciones mexicanas a EEUU".
No obstante, Fiorillo advierte que "claramente, está pendiente conocer los detalles de lo acordado y también se debe esperar su implementación, aún está por verse si las dinámicas competitivas de los países, en particular México, se pueden mantener y potenciar" con el nuevo marco comercial.
Desde la perspectiva de los inversionistas, "en el marco de la dinámica del comercio internacional el entendimiento luce bien".
No obstante, el capítulo sobre el componente regional de la industria automotriz y los altos niveles salariales establecidos contiene "implicaciones que no son simples de anticipar".
El responsable de evaluar la deuda soberana de la segunda economía latinoamericana advirtió: "habrá que ver si México aún puede mantener una posición competitiva en esas nuevas condiciones".
De esta firma fue descartada la exigencia de elevar esa regla a 80%, y menos aún que la fabricación debe contener un 50% de componentes de EEUU, como quería Trump.
Asimismo, los dos países establecieron como segunda regla de origen un porcentaje automotriz que debe ser producido con elevados salarios.
Esa nueva regla establece que el 40% del costo de un coche ligero sea producido con piezas en las que las automotrices paguen un mínimo de 16 dólares por hora como salario.
"Ese salario es altísimo, porque que ningún trabajador lo gana en México, estamos lejos de satisfacerlo en la manufactura", dijo desde Washington Jesús Seade, quien será jefe negociador del próximo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, Hauser advirtió que "todavía no es el gran avance hacia NAFTA 2.0", como se conoce al pacto modernizado que podría salir de las negociaciones.
Añadió que falta ver cómo se posiciona Canadá.
Los empresarios también creen que "habrá que ver los detalles, especialmente en cuanto a la industria automotriz, que es lo más fuerte de las inversiones alemanas en México".
Hauser calificó como "muy ambicioso" el objetivo de aumentar el contenido regional en la industria automotriz al 75%, aunque los negociadores mexicanos afirman que dos terceras partes de la industria puede cumplir las nuevas reglas de origen y gozar de libre comercio con arancel cero.
La otra tercera parte deberá adaptarse o pagar un arancel de 2,5 impuesto a la "nación más favorecida".
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Añadió que comparado con la propuesta original de Trump, al comenzar a renegociar en agosto de 2017, "el progreso ha sido favorable, pero México tendrá que lidiar con esas nuevas condiciones para mantener su competitividad".
Con respecto a López Obrador, Fiorillo dijo que "hay incertidumbre general sobre el manejo de la economía porque el próximo Gobierno quiere estimular ciertos gastos sociales", de manera más amplia que las administraciones anteriores.
"¿Cómo podrá financiarse ese mayor gasto social sin que signifique una mayor carga fiscal para México, que tiene un alto nivel de endeudamiento relativo, comparado con el riesgo crediticio de otras grandes economías?", se preguntó el director general de Fitch.
Por esa razón, la viabilidad de los planes gubernamentales relacionadas con las promesas de campaña aún está por verse.