"Esta es la historia de las familias, de lo que hemos descubierto en nuestra investigación; el Ejército no encontró armas en Ballymurphy, lo hemos comprobado aunque el ministerio de Defensa sigue reteniendo pruebas", señaló Briege Voyle.
Su madre, Joan Connolly, murió desangrada y con la cara partida por una bala. El cura del barrio, el padre Hugh Mullan, perdió la vida mientras socorría a otra víctima en una explanada frente a su casa.
En la Masacre de Bullymurphy, como se conoce esta intervención armada, diez personas fallecieron por disparos de bala y a una le falló el corazón tras recibir el alto de soldados del Regimiento de Paracaidistas, el cuerpo de élite del Ejército del Reino Unido.
"La narrativa oficial refleja las voces del Ejército y, según se ha demostrado, esas evidencias eran falsas pero oficialmente nadie lo ha admitido todavía", recordó el realizador, Callum Macrae.
Para el cineasta escocés, el primer batallón de Paracaidistas (Para 1, en el argot militar) sentó un terrible "precedente" en Ballymurphy, que replicó seis meses después en la ciudad de Derry, matando a 13 católicos en el llamado Domingo Sangriento.
"Admitir que la narrativa oficial es falsa significaría que el Reino Unido tuvo un papel central en llevar lo que en sus inicios fue una protesta de Derechos Humanos hacia una guerra de 30 años", sostuvo.
En secuencias del filme, la pantalla se desdobla con imágenes de archivo de manifestaciones en reivindicación de derechos fundamentales para la población católica en Irlanda del Norte y la minoría negra en EEUU.
"Necesitamos que se cuente la verdad", reiteró Voyle en el coloquio en el cine Curzon Soho.
Las familias no descartan procesos judiciales si hay pruebas y los sospechosos siguen vivos.
"Para alcanzar la paz y la reconciliación se requiere justicia; para obtener justicia se necesita reconocer y confrontar la verdad", puntualizó el realizador, que ha documentado conflictos en Sudán o Irak, entre otros escenarios.
Macrae señaló en Londres al actual jefe de las Fuerzas Armadas, señor Nick Carter, quien ha prometido escudar a las tropas de "reclamaciones fastidiosas" con las que se pretende "volver a escribir la historia" del Reino Unido.
"Es la historia de lo que sucedió en Ballymurphy, son hechos que se han ocultado durante mucho tiempo pero sus consecuencias perduran, y es injusto e injustificado", defendió.
La investigación independiente del Domingo Sangriento de Derry reconoció finalmente la inocencia de las víctimas a las que el Ejército había acusado de portar armas o pertenencia al IRA.
En cambio, el Gobierno británico ha rechazado someter la "masacre" de la capital de Irlanda del Norte al escrutinio de una comisión judicial independiente.
Pero las familias seguirán con su campaña hasta que se reconozca la verdad y se proclame la inocencia de sus padres, hermanos y el sacerdote del barrio.
The Ballymurphy Precedent ha entrado esta semana en las carteleras del Reino Unido e Irlanda y la cadena británica Channel 4 emitirá el documental a partir del próximo 4 de setiembre.