"El objetivo es que confluyan en la capital argentina docentes desde todos los puntos del país yendo al centro del poder político en reclamo del salario docente, el presupuesto general para la educación, los derechos estudiantiles y en defensa de una educación pública, gratuita, científica y de calidad", dijo a Sputink el consejero superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Juan Winograd.

El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, reconoció que la oferta de 15% de aumento es insuficiente y prometió seguir negociando con los docentes para llegar a un acuerdo.
"Vamos a empezar a trabajar a partir de mañana en la lógica de superar el 15%, (que) no es un techo, a partir de ahí vamos a trabajar hasta que nos pongamos de acuerdo", dijo el ministro a la prensa.
El 29 de agosto, representantes de los universitarios y el Gobierno se reunieron para seguir negociando y anunciaron un cuarto intermedio hasta el 31 de agosto.
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El objetivo es "exigirle al poder político, al presidente de la nación y al ministro de educación nuestro 30% (de aumento) como trabajadores universitarios y que queremos que se termine con el recorte aplicado a la universidad en obras de infraestructura, que se pongan al día con el pago de las cuotas de deudas a proveedores", dijo a Sputnik el secretario general adjunto de la Conadu Histórica, Antonio Rosselló.
El dirigente afirmó que en algunas universidades de Buenos Aires y su conurbano como en el resto de la Argentina se han cortado los servicios de luz y el gas por los retrasos en los pagos.
"Lo que pedimos es, como el presidente (Mauricio) Macri no acertó en sus predicciones inflacionarias en 2016 y 2017, una cláusula de indexación mensual del salario aparte del 30%, este es el reclamo central que dio inicio al conflicto", añadió el dirigente de Conadu Histórica.
Los estudiantes afectados por esta huelga suman 1,6 millones, es decir, todos los matriculados en las universidades estatales argentinas.
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Si se toma en cuenta solo el segundo semestre, que comenzó el pasado 6 de agosto, esta es la tercera semana con cese total de actividades en la educación pública universitaria.
"El Gobierno está llevando a cabo una masacre social, todos los días cierran fábricas, hay despidos, el salario de todos los trabajadores (los docentes no son una excepción) se deteriora frente a la inflación, que va a superar el 30% este año", comentó el dirigente estudiantil.
En este contexto "se inscribe el ajuste a la universidad, como parte de una ofensiva general sobre los trabajadores, sus condiciones de trabajo, sus derechos históricos como es la educación pública", añadió.
La movilización está convocada para el 30 de agosto a las 17:00 hora local (20:00 GMT) desde Congreso hasta el Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación.