"Insto al Consejo de Derechos Humanos y a la comunidad internacional en general a que adopten medidas específicas con el fin de evitar que la crisis actual degenere en disturbios sociales y políticos aún más graves", dijo el alto comisionado, Zeid Ra'ad Hussein, en un comunicado difundido este 29 de agosto en la página web del organismo.
El alto comisionado subrayó que "la violencia y la impunidad de los últimos cuatro meses han puesto de relieve la fragilidad de las instituciones del país y del Estado de derecho, y han generado un contexto de miedo y desconfianza".
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) actualizó anteriormente la cifra de personas fallecidas en las protestas a 322 personas, de las cuales 21 personas serían policías y 23 niñas, niños y adolescentes.
El Gobierno nicaragüense atribuye el derramamiento de sangre en su país a sectores violentos de la oposición que intentan ejecutar un "golpe blando" en su contra, mientras los opositores afirman que se debe a la represión de las fuerzas oficialistas.