"¿Si necesitamos las contramedidas o no? Las imponemos no por hacerlo, todo está bien ponderado, también desde el punto de vista de nuestros intereses", dijo Zajárova.
Subrayó que Rusia no aprobó las medidas recíprocas a ciegas, sino tras un análisis profundo.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la reincorporación de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Desde entonces la Unión Europea, EEUU y varios países de su órbita impusieron sanciones unilaterales a Rusia por la incorporación de Crimea y por su supuesto papel en la crisis ucraniana, algo que Moscú ha negado.
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Las relaciones entre Rusia y EEUU se hundieron aún más en medio de las denuncias norteamericanas sin pruebas de que el Kremlin supuestamente orquestó una campaña para interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
Moscú ha refutado repetidamente esas acusaciones, a las que tacha de absurdas y de intentos de distraer la atención de los ciudadanos estadounidenses de otros asuntos internos.
Además, el pasado 8 de agosto, el Gobierno de Donald Trump anunció nuevas sanciones contra Rusia por su presunta implicación en el ataque con una sustancia tóxica contra el exagente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia, perpetrado en Londres a principios de marzo y del que Moscú niega responsabilidad.