En el estudio participaron 964 parejas alemanas —1.928 personas-. Se analizaron los rasgos sexuales de cada una de ellas teniendo en cuenta índices y escalas medibles, como el Índice de la Función Sexual Femenina o el Índice Internacional de la Función Eréctil, y luego fueron entrevistados y se les pidió que definieran sus personalidades.
"La función sexual de un individuo no está únicamente influenciada por sus propios rasgos psicológicos, sino también por los del compañero (…) Los hombres cuyas parejas mostraban menor estabilidad emocional tenían una mejor función sexual", advierte Julia Velten, jefa de la investigación.
Los investigadores lo justifican diciendo que para los hombres que se excitan fácilmente por fantasías eróticas o estímulos visuales tener una pareja que responde de manera similar puede mejorar esa función sexual.
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