La transmisión por streaming cambió la forma de consumir los contenidos audiovisuales. Lo que antes veíamos por televisión o a través de servicios de cable, ahora está accesible a través de nuevas plataformas o de redes sociales, que utilizan la conexión por internet.
Esta ampliación de los actores que operan en el mercado también lleva a que las empresas mejoren los servicios, en un medio como internet, en el cual la calidad depende en gran parte del tipo de conexión que tenga el usuario.
Las nuevas tecnologías deben tener en cuenta dos conceptos a la hora de mejorar la transmisión de los contenidos: la calidad del servicio y la calidad de la experiencia del usuario.
"El concepto de calidad de servicio está más orientado a un enfoque que tiene que ver con redes y los sistemas informáticos. Mientras que la calidad de la experiencia es lo que sentimos las personas al utilizar un producto o un servicio. Es un concepto esencialmente subjetivo", indicó Joskowicz.